La compasión por las voces internas

La compasión por las voces internas

Mirando con limpieza

En la famosa película AVATAR, la tribu de los na¨vi,  los nativos del clan, se saludaban a través de la expresión “Yo te veo” que significa, “Te respeto, veo quien eres, tu esencia, te miro con limpieza”. La frase es mas que un simple saludo. «Te veo» es pura compasión, es un reconocimiento..

¿Qué tiene esto que ver con la compasión? Veámoslo

La compasión es el deseo profundo, genuino, desinteresado y verdadero de que otra persona esté bien. La compasión nace de la empatía.

Cuando la sientes  por otra persona es como si calzaras sus sandalias. Cuando deseas su bien genuino, aparece el Amor. Cuando ese amor se roza con el sufrimiento del otro, surge la compasión. No podemos entender ésta como pena o lastima, sino que hay un removerse las entrañas de que el dolor de otra persona sea aliviado.

La autocompasión

La palabra misericordia (removerse las entrañas de amor) origina una compasión activa, es decir, necesito hacer algo para aliviar tu dolor. Cuando este movimiento se dirige hacia uno mismo, es lo que se llama la auto compasión.

Tu empatizas contigo mismo cuando te entiendes, te miras con limpieza sin enredarte en un debacle emocional.

La auto compasión nace del amor desinteresado por uno mismo, es un verse con limpieza, porque hay un deseo genuino y verdadero de estar bien. Si no te miras con amor y con limpieza, si tu mirada no es clara, no puedes mirar con limpieza a quienes te rodean y un juicio implacable se apoderará de ti.

Cuando te juzgas con severidad,  te críticas, cuando vives en el miedo permanente de que algo malo te va a ocurrir a ti  o a las personas que quieres,  esa forma de percibir la realidad te enferma.

Si empiezas a verlo todo con demasiada negatividad, cuando todo es molesto, una amenaza, cuando piensas que los demás son culpables de tu dolor, todo eso te influye negativamente.

En el siguiente vídeo podrás ver como la sanación comienza cuando aplicas compasión hacia tus voces internas más críticas y duras y empiezas a desplegar tu naturaleza amorosa y compasiva en tu día a día, con los que te rodean.

¿Cómo sería convertirte en una persona compasiva? ¿Cómo actuarias, que elecciones llevarías a cabo? ¿Eres capaz de darte un abrazo, una caricia, llevarte la mano al pecho y dejarte sentir?

¿Eres capaz de mirar con el corazón?

¿Vale la pena hacer el esfuerzo?

Javier Vergara

Psicólogo especialidad clínica

 

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