ANSIEDAD Y DEPRESIÓN
La ansiedad y la depresión son dos trastornos cuyos síntomas y causas a veces tienen puntos en común, ya que ambos implican desajustes en nuestras emociones. Tanto la ansiedad como la depresión, son formas de reaccionar ante eventos externos o internos.
La Ansiedad
La ansiedad es un mecanismo de defensa que mejora nuestro rendimiento y las posibilidades de éxito frente a diferentes circunstancias. Sin embargo, cuando se manifiesta fuera de determinadas situaciones, no dura un tiempo limitado y su intensidad es excesiva, pasa a ser disfuncional y puede llegar a interferir de manera significativa en la vida de quienes la padecen.
En los humanos, la ansiedad aparece siempre en situaciones que interpretan como amenaza. Y lo hace como ansiedad generalizada (permanente) o en forma de crisis de ansiedad (transitorias).
Si los síntomas de la ansiedad no son tratados, pueden agravarse y derivar en otros trastornos como trastorno obsesivo compulsivo (TOC), agorafobia, pánico, etc.
Quienes sufren ansiedad son más proclives a desarrollar un cuadro depresivo. De hecho, se estima que más de la mitad de las personas que padecen depresión, presentan también un trastorno de ansiedad.
Si nos encontramos en una situación así, lo más conveniente sería consultar con un psicólogo que pueda valorar y tratar el problema.


La Depresión
La depresión es un trastorno del estado de ánimo en el que los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con nuestra vida diaria.
La palabra depresión indica “bajada”. En el campo de la psicología sirve para indicar la reacción que tiene un individuo cuando hay algo que no funciona en su vida.
Si piensas que puedes tener depresión, tal vez hayas experimentado sensaciones de irritabilidad, ganas de aislarte, o falta de energía. Desesperanza, abandono, y pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban. También puede que hayas experimentado un cambio drástico en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso, o incluso hayas tenido pensamientos de muerte o suicidio. No te sientas mal por ello, porque tal vez lo desconozcas, pero un cuarto de la población sufre o sufrirá depresión alguna vez a lo largo de su vida.
A consulta suelen llegar personas tras otros intentos fracasados de intervención terapéutica o después de que su médico les diga: “Lo que a usted le pasa es que está deprimido” y les recete un antidepresivo.
Este diagnóstico suele tener un efecto terrible en la vida de las personas. Nada más oír la palabra depresión el mensaje que percibimos casi siempre es algo parecido a “ya no eres capaz de gestionar tu vida”.
El Tratamiento para la Ansiedad y Depresión
Mi planteamiento como psicólogo es del todo distinto, precisamente porque al haber tratado a muchos pacientes sé cómo te sientes. Para mí, lo más importante es dar un mensaje dar un mensaje de esperanza y sanación.
Lo primero que trabajo es sobre los síntomas, para después centrarnos en las dificultades que han llevado a la persona a la depresión. Es importante aprender a colocar el pasado en el pasado, para que no siga invadiendo el presente. Después, hemos de introducir en el presente aquello que permita modificar el futuro, de forma que la persona construya una nueva realidad satisfactoria.
La depresión se puede superar, siempre y cuando el paciente empiece a actuar de forma distinta a lo que estaba haciendo hasta al momento y se deje ayudar por su psicólogo a la hora de tratar de resolver los problemas de raíz.
Un correcto diagnóstico y un adecuado abordaje terapéutico consiguen que el 80% de los pacientes experimente una gran mejoría durante el primer mes. Fuente: El País. La depresión crece.
Como psicólogo, en la consulta diseño un plan personalizado para cada paciente, ya que cada persona y cada caso son diferentes. Lo que sí es básico y fundamental es que el paciente esté comprometido con el tratamiento.