El poder de los abrazos

El poder de los abrazos

¿Te gusta abrazar? ¿te sientes cómoda abrazando? ¿te sientes a gusto siendo abrazada?
¿Que importancia tiene el abrazo para nuestro equilibrio emocional y físico?
¿Sientes una conexión profunda cuando abrazas a tu amado? ¿Añoras el abrazo de alguien?
¿Sabias que no todo el mundo abraza igual, que no todos te transmiten las mismas sensaciones?

Generaciones atrás el abrazo entre padres e hijos brillaba por su ausencia y hoy día aunque parece que existe una mayor concienciación podemos decir que es un elemento raro en nuestra sociedad occidental, aunque va avanzando.

El abrazo pone en marcha, activa, nuestro cerebro límbico, nuestro cerebro emocional. Hoy día vivimos excesivamente intelectualizados, con nuestro neocortex (cerebro lógico-racional) funcionando a tope.

Que el sistema limbico (nuestra parte emocional) está mal regulado es evidente ante la cantidad de ansiedad y depresión actual. Podemos ver como sociedades más primitivas mantienen costumbres que son más sanas para este sistema emocional. La tecnología actual, el uso de Internet, video juegos…no ofrecen una conexión límbica, sino estimulaciones imprecisas. No es de extrañar que el uso de Internet ya esté provocando depresión y sensación de soledad. Es paradójico que lo que es una tecnología social, tenga consecuencias antisociales. La era de la información exige menos tiempo para las relaciones, menos tiempo para los niños y más tiempo para todo lo impersonal

La ausencia de una buena regulación límbica mediante el contacto con el otro produce:

  • Desequilibrio emocional: sin suficientes oportunidades de encuentro con el otro la regulación límbica no se puede dar y por tanto no se puede dar el equilibrio emocional
  • Adultos frágiles psicológicamente
  • Ansiedad y depresión
  • Adicciones: se busca la regulación en sustitutos no eficaces: alcohol, drogas…, pero la lucha no es contra las drogas en sí, sino contra el dolor límbico: el aislamiento, la pena, la amargura, la ansiedad, la soledad, la desesperación…estamos mal regulados. La droga no es más que un paquete de anestesia límbica.
  • Sexo y alimentación compulsiva: el termostato de tu límbico indica que está bajo
  • Superficialidad y narcisismo: sin la adecuada integración límbica el sujeto pierde su centro de estabilidad.
  • El aislamiento social triplica el índice de mortalidad después de un infarto. Las personas solitarias tienen un índice enormemente mayor de muerte prematura por cualquier causa.
Tu amado, su presencia, llega a producir un ajuste psicofisiológico en tu cuerpo. La regulación implica un mecanismo de homeostasis (tendencia al equilibrio) que tiene lugar en presencia del otro.

El otro, con su presencia, me influye fisiológicamente, modula mis emociones, me influye hormonalmente y yo a él. La presencia de un otro sano me es reconfortante y apaciguador.

Y aquí es donde radica la importancia del abrazo.

Cuando tocar o acariciar es imposible, se genera un estado de ansiedad, de hambre límbica. El dolor de una separación, es el dolor de la retirada neuroquímica (dopamina, oxitocina, serotonina, endorfinas…). El cerebro se encuentra en un estado como el de la abstinencia de las drogas.

Las caricias, besos, abrazos, tocamientos, miradas, interacción emocional positiva, la proximidad, el contacto estimulan el flujo de oxitocina, serotonina y dopamina. El acto de abrazar genera oxitocina en el cerebro, y también la tendencia a confiar en la persona a quien abrazan. La oxitocina dispara los circuitos de confianza en el cerebro y tanto en el hombre como en la mujer causa relajación, atrevimiento, vinculación y contento mutuo.

Con el abrazo se activa la liberación de serotonina que, da una sensación de calma, confianza y a nivel límbico disminuye la angustia que provoca el perder a alguien, relaciones de dependencia, estados de ansiedad…

El hombre actual, la mujer de hoy día necesitan del abrazo para un funcionamiento psicológico sano.
Existen muchas formas de abrazar pero lo que le da calidad al abrazo es la emoción que transmites en ese instante.
Cada abrazo, es singular, único, transmite una esencia, un aroma, un olor y a través de la presión calida en tu cuerpo, reconoces, la presencia de un otro que te llena.
Amar a tu cuerpo significa dejar que te hable, el sabe, en que abrazo se completa, se siente vivo, pleno.
El abrazo es el momento en el que los cuerpos fluyen en armonia y donde ese instante se hace eterno.
Si quieres regularte, ve y da un abrazo. Si no tienes a nadie, llama a alguien y pidele un abrazo, y si nadie te lo da, vete a la naturaleza y abraza a un árbol. Y si no hay árboles, te tienes a ti. Abrázate.
Abraza

Javier Vergara

Psicólogo

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